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descordinadores de acción y ninjas de sofá

Actualizado: 18 jun

“Cuando la acción se finge… y la crítica también.”
“Cuando la acción se finge… y la crítica también.”

Vamos a conocer un poco mejor a dos tipos de personajes míticos en esta industria; los coordinadores de acción incompetentes y los cuñados tácticos que critican en redes... y es que, cuando el que diseña la acción no sabe… y el que la juzga tampoco, el resultado es un espectáculo entre coreografías mal pensadas y críticas sin fundamento, consiguiendo que el cine de acción pierda verdad, técnica y respeto.


En primer lugar, el descoordinador, es aquel que es contratado como coordinador de acción por alguna productora y que se autodenomina experto en manejo de armas y lucha, por el simple hecho de pertenecer a las F.C.S. (seguramente en tareas administrativas) o ser entrenador en algún arte marcial. Además, posee un marcado Dunning Kruger (soberbia, creyendo que saben más de lo que saben) a la par que su desconocimiento en estética de la escena y lógica del plano, no estudia anatomía del movimiento, olvida el sentido dramático de la pelea y pone en riesgo a los actores por falta de planificación.

No hay nada más frustrante que trabajar con un personaje de este tipo de coordinadores que no solo restan calidad a la producción, sino que, también queman al equipo con su comportamiento.


Pero hay están... y la culpa es de las productoras, por conformistas e ingenuas, por pensar que, por ejemplo, un policía o un entrenador de KAPAP por el mero hecho de serlo ya está preparado para coordinar una escena, al igual que muchos alumnos son engañados por falsos instructores de defensa personal que bajo el efecto halo, apariencia con buena simetría evolutiva que parezca salido de un anuncio de Rexona se asume que debe ser competente en la materia, cuando eso no tiene nada que ver... como la casita de chocolate en el mostrador de una pastelería que va acompañada de varias figuras infantiles y pollitos amarillos para llamar la atención de los niños, no es el producto de chocolate en sí lo que les venden, es la imagen adornada. Hasta la jugosa manzana de Blancanieves realmente estaba envenenada...

Resumiendo; ser militar, policía o entrenador de artes marciales no te hace ser buen coordinador de acción si no se completa con otras características:


Un autentico coordinador no solo debe tener conocimientos suficientes en su profesión, debe ser líder, y por tanto, debe dominar varios campos:


  • Priorizar siempre la seguridad en las escenas de riesgo, se estudia la escena a priori, siendo consciente de las capacidades de cada actor o especialista. Analiza la viabilidad de la acción, los elementos mecánicos, humanos y del entorno.


  • Diseñar secuencias creativas traduciendo la técnica en lenguaje emocional.


  • Desarrolla alternativas como propuestas a dirección, ser consciente del ritmo y estilo que pide el personaje y da sentido a la narrativa. Colabora con el DOP para favorecer las técnicas a la cámara.


  • Por supuesto, contar con humildad para mostrar sus valores como persona y como profesional.


  • Carácter para ganarse el respeto del equipo y evitar conflictos de competencia (gestionar egos sin perder autoridad, porque solo puede haber un coordinador), no puede permitir que su equipo le aturulle con propuestas a cada rato, si bien ha de ser receptivo a escuchar ideas, cada uno tiene su labor, no es una democracia y el tiempo es oro.


  • Habilidades comunicativas para trabajar con diversos actores, especialistas y figuración desde sus personajes, así poder escuchar, valorar y decidir con criterio.


  • Evitar rivalidad, favoritismos y otros componentes nocivos en el equipo. Inspirar confianza y motivación. Todo ello responsablemente dentro y fuera del set.



Por otra parte, al otro lado de la pantalla, nos encontramos con el espécimen del "Ninja de sofá" o "Cuñado táctico"; podemos encontrarlos en aquellas publicaciones con videos de escenas o fotografías que contengan técnicas armadas o lucha. Estos ninjas aprovechan cada ocasión para dar la nota en redes sociales, rápidamente se abalanzan a comentar lo que ellos consideran errores, sin tener en cuenta un contexto, la intención de dirección o sin conocimientos profundos sobre el tema. Poco les importa el famoso refrán "Se corrige en privado y se felicita en público", porque lo que realmente pretenden es conseguir su momento de gloria. Sus criticas, por regla general, van acompañadas con lenguaje soez y falta de respeto total por aquel que le intenta corregir o explicar. Por ello, la solución eficaz y adecuada es limpiar sus comentarios y bloquear a esos Ninjas que parasitan las redes.


Intentar corregir es algo bueno cuando se hace con la intención de mejora, porque una producción debe esforzarse en darle al espectador calidad, pero teniendo en cuenta que quizá la producción que se critica no ha tenido los medios suficientes para cubrir ese realismo o generando una incongruencia intencionada. Tampoco vamos a hacer sangre... al fin y al cabo, es ficción y hay que dejarla respirar, no es la realidad.





 
 
 

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