El propósito de la figuración es proporcionar un sentido coherente a la escena, es esencial para mostrar una "normalidad de la historia" interactuando con los elementos del entorno e incluso con los actores o especialistas.
- Imagen de figurante recreando varias ambientaciones de su personaje.
- Imagen de la comedia "Agente Makey", en la que el figurante mantiene empuñada su arma de forma más correcta que el protagonista.
El título de este artículo lleva un doble sentido que vamos a ver a continuación:
La figuración debe saber adaptarse al comportamiento de sus personajes, supeditado a las circunstancias específicas de la producción y debe estar equipada con el vestuario y atrezo correspondiente al sentido de la historia y cronología, esto requiere de cultura por parte de los departamentos de arte y vestuario para conocer los detalles históricos que se pretenden recrear y el grado de realidad que exija la dirección. Es decir, por ejemplo; una figuración de policías nacionales de los años 90 deben mantener un perfil verosímil con comportamiento profesionalizado dentro de su tiempo y no pueden vestir la misma uniformidad, insignias ni armamento que en la actualidad, ya que es diferente. No obstante, dirección puede decidir que elementos quiere que se utilicen independientemente de la realidad. Veamos otro ejemplo muy habitual; figuración o actor de policía nacional que porta un arma distinta a la reglamentaria porque así lo decide la dirección. Por tanto, la figuración al igual que cualquier actor o especialista NO PUEDEN intervenir en ese tipo de decisiones, independientemente de si la dirección toma esa decisión por desconocimiento, ignorancia o por determinación por un propósito.
Hablando claro; por regla general, la figuración es menospreciada en las producciones. Vemos por qué:
- Se les cita a horas previas en las que es innecesaria su aparición, solo porque su horario de trabajo cubre la jornada completa. Esto es un grabe error por tres motivos; los trabajadores en figuración lógicamente son seres humanos y puede cansarse si las condiciones en largas esperas son incómodas (excesivo frío o calor, horario nocturno, falta de descanso en sillas o asientos, falta de hidratación...), por tanto, cuando llegue el momento de la escena no van a rendir lo mismo. Otro motivo es que a nadie le gusta perder el tiempo aunque se les pague por ello, cuando la figuración continúa esperando la mayor parte de la jornada para aparecer en escena tan solo unos minutos o se les comunica en ese mismo día que se hace necesaria su disponibilidad en una fecha determinada para continuar con un raccord de esa escena, ellos se organizan su agenda para poder cumplir con la nueva citación en la que es posible que en unos pocos días, o incluso en el anterior les informen de que se ha caído o se ha aplazado la escena y que ese día que se han guardado no se va a rodar, por consiguiente no se va a cobrar...
El último motivo es la ética y el buen hacer profesional de la producción en la orden de rodaje, es decir, si por ejemplo, se supiera con antelación que la figuración no será necesaria hasta la tercera escena programada, que imaginemos que sea para las 12 de la mañana, no citemos a las 7 de la mañana aunque esté dentro de jornada laboral porque tenerlos prevenidos 5 horas antes y quizás con un vestuario encima de uniformes napoleónicos de lana gruesa en pleno verano es una idiotez.
- Trato poco profesional rozando lo denigrante, si bien es cierto que existen producciones en las que cuidan como reyes a todo su equipo de actores, figurantes y técnicos, no es lo normal. La figuración es invisible para los ojos de muchos directores, no se molestan en coordinar a los figurantes o ser conscientes de todo el juego que pueden aportar, queman su recurso con facilidad, lo malgastan en algunos típicos cruces ignorando la ausencia de realismo en sus reacciones. Tampoco suele ocurrir que aunque la escena lo pida a gritos, no les ofrezcan un acting o suban a pequeña parte, esto significa que si un figurante tiene que intervenir en escena en la que se hace imprescindible una réplica de acting o una frase para sostener una mínima credibilidad, el figurante se ve obligado a interaccionar con múltiples gestos y recurrir al lenguaje corporal, forzando demasiado su papel y consiguiendo una reacción incoherente.
La causa de no subir a pequeña parte suele ser debida a dos motivos: falta de confianza en la interpretación del texto y el coste económico que conlleva.
En el primero, es entendible que hasta una sola palabra puede ser vital para la escena y si no se sabe adaptar el tono y el ritmo, puede arruinarla. Delegar una simple frase a una persona sin conocimientos en interpretación o soltura es jugársela, una cuestión más importante de lo que parece y únicamente se puede entender cuando se está en la piel de la dirección.
La segunda opción, sí que no tiene disculpa, ya que una producción media dispone de un presupuesto ingente en el que pueden cubrir gastos por infraestructuras o materiales que muchas veces se derrocha sobrepasando desorbitadamente su valor o son innecesarios.
Se suele comparar que en España no se tiene la misma consideración con la figuración que, por ejemplo, la manera de trabajar en la industria norteamericana.
Si bien es cierto que se encuentran más protegidos sindicalmente, se valora más su profesión y el sueldo es mayor, allí la figuración sabe favorecer a cámara, improvisar y se han formado para establecerse en esta profesión. Aquí, generalmente, son personas que tienen sus propios oficios y en tiempo libre se dedican a figurar esporádicamente para obtener unos determinados ingresos, aproximadamente para ganar 800 euros mensuales se requiere de 20 días de trabajo y la media es de 5 días al mes. No obstante, algunos de ellos trabajarían gratis solo por ver a sus actores favoritos en el set o aparecer durante un par de segundos en plano.
Una de las mayores frustraciones del trabajo de figuración es representar mejor que el mismo actor un acting conjunto … Es decir, cuando se da cuenta de que como figurante tiene capacidades de interpretación superiores al actor en esa escena.
Por otro lado, es un trabajo muy social, ya que se relacionan con compañeros de todo tipo.
Quizá alguno intente abrirse camino a través de la figuración para llegar más allá, pero deben ser consciente de la mancha negra que por desgracia e injustamente marca el encasillamiento. Otro tipo de encasillamiento es el tipo de personaje que va definido por la apariencia, es decir, qué estereotipo es el que da, como por ejemplo, personaje de gigoló, matón, vikingo, drogadicto, etc. Es importante saber que siempre hay opción a crearse distintos perfiles.
Por último, hacer hincapié en la deontología de la figuración y su profesionalidad, ello requiere de un comportamiento ejemplar, estar atentos por si son requeridos, ya que el tiempo es muy ajustado, atentos al posible fallo de raccord de su personaje y su entorno... Se trata de implicarse, pues no es solo su imagen, es su comportamiento, su reacción natural y básicamente, prestarle una vida en la escena, si el figurante conoce a la cámara y el director sabe sacarle partido, el resultado puede ser muy chulo.
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