Anteriormente, había realizado una crítica de las primeras dos temporadas de esta serie de Netflix, una crítica bastante positiva, con muchos puntos fuertes que consiguen situar esta producción en el ranking de las producciones europeas. No obstante, las dos temporadas siguientes no han estado a la altura, continúa manteniendo un nivel alto, manteniendo, eso sí, una interpretación magistral de su reparto.
Fotografía de la serie "La Casa de Papel"
Puntos positivos:
Guion cuidado, no subestimando a los pequeños detalles, (ese es el secreto de las obras maestras) incluso alguno puede pasar desapercibido para algún espectador, pero otros con conocimientos más técnicos, agradecen que esos pequeños detalles estén presentes.
Un elenco que borda cada personaje, consiguen darle vida, una acuarela llena de colores que le aportan a un lienzo muy limitada armonía y realismo.
Normalmente, suelo ser muy exigente con el uso de la figuración desaprovechada, pero en esta ocasión no ha habido oportunidades para sacarla a jugar, se ha gestionado correctamente...
Enhorabuena a los maquilladores de FX , sobre todo en las heridas de Nairobi tras el impacto de bala... muy realista, se agradece, como he dicho esos detalles, un trabajo muy, muy bueno!.
Personaje argentino, bien sabido es que los argentinos, al igual que los norteamericanos, tienen un talento innato para la interpretación, por eso están presentes en actuales obras (Vis a Vis, La Valla...) y han sabido recurrir a las artes de un pedazo de actor Rodrigo de la Serna, interpretando a Palermo. Un potencial fuera de serie que le da un toque exótico muy acertado, como ya ha demostrado en la película "100 años de perdón".
Puntos negativos:
Entendiendo que el cine posee un gran poder de comunicación e influencia, es comprensible preguntarse, por qué se ha decidido proponer como villanos al Ministerio del Interior, Cuerpo de policía, agentes de seguridad, Centro Nacional de Inteligencia y al ejército... en cambio, la simpatía recae en el grupo de personajes que deciden cometer un delito justificado por experiencias personales previas.
Se demoniza a la institución policial dividiéndolos en tres tipos:
Los represivos corruptos o fuera de la ley.
Los inseguros acobardados.
Los que terminan rebelándose contra el sistema para integrarse en la banda de atracadores.
Para lograr este cambio de roles, se ha tenido que recurrir a la incorporación de personajes crueles, la mayoría pertenecientes a cuerpos de seguridad, que no dudan en abrir fuego contra inocentes desarmados o utilizar menores como recurso de chantaje (totalmente fuera de la realidad) y a un grupo de personajes en una banda de atracadores que se cuestionan todo el tiempo la ética que justifica sus actos, sufriendo la violencia policial contra ellos como si fueran mártires.
Es una temática delicada, era evidente, por ejemplo, que al final de la tercera temporada existe la escena en la que estos personajes de atracadores, atacan con un lanzacohetes una tanqueta de policía, en la siguiente escena, se matiza forzosamente que los policías del interior de la tanqueta no han resultado muertos.
Sinceramente, me ha enfadado en gran manera su enfoque de demonización genérica de los cuerpos de seguridad, sobre todo en una de las escenas en las que, en un campo en pleno monte, se ordena a militares disparar a sangre fría hacia las copas de los árboles, donde se supone que puede estar oculto uno de los personajes protagonistas... es decir, cometer asesinato. Esta escena es irresponsable, se saltan ciertas normas morales que limitan al cine. En un supuesto real, los militares recurrirían a la batida con drones equipados con visión térmica o cualquier otro medio legal, pero no recurrirían a esa fantástica y desafortunada invención.
El escolta del Director del Banco de España es un psicópata, queda bien matizado para justificar la defensa de la banda de atracadores. En esta serie el CNI es casi una institución filial a la KGB o alguna organización poderosa, oscura y perversa... me sorprende la ausencia de pronunciación de esta institución, ya que anteriormente, sí dieron un toque de atención a la serie de EL PRÍNCIPE por ofrecer una mala imagen de esta institución, por un desarrollo de la acción que no lo perjudicaba tanto como la de La Casa de Papel.
Se introduce algún guiño sutil, señalando algún escándalo político real, en concreto dentro del Partido Popular. (Ideología política otra vez adueñándose del medio audiovisual). Recurrir a estas representaciones, sean, de la ideología que sean me parece desagradable y vergonzoso.
El manejo de armas de los protagonistas no es relevante, ya que solo dos de los personajes de la banda deben conocer habilidades tácticas, Helsinki (soldado experimentado en Europa del Este), y Manila, la nueva fichaje de la banda (en un diálogo admite saber manejar armas y se refiere a una de ellas como G 36 el modelo correcto del HK que porta) aunque sí se nota que recientemente algún profesional se ha encargado de ofrecerles asesoramiento a los actores, en algunas escenas poseen una técnica limpia demasiado pulida para aprender sin ese asesoramiento, aunque en otras se les olvidan estas directrices y vuelven a perder el control de manejo, pero como digo, esto no es nada relevante, solo lo comento por detallar algún añadido. Lo que si es importante matizar es una escena al final creo recordar del capítulo cinco, un tiroteo en uno de los pasillos del Banco, en el que varios personajes intercambian cientos de disparos a corta distancia sin alcanzarse, una muestra de acción, con un derroche de medios e imagen para tirar a la basura porque no se le ha sabido sacar partido, ni se le ha sabido representar en la fotografía.
Se echa en falta de más temática musical.
Recurrir sistemáticamente a la analepsis (flashback) o incluso técnica de racconto (narración preactiva) que añade contenido no crucial para la historia y puede confundir al espectador.
Escena de registro integral innecesaria, me llama la atención porque no aporta nada una escena con un personaje desnudo siendo registrado en sus cavidades íntimas, un intento fallido de morbo, pero al igual que Vis a Vis, deciden interpretarla.